Cazorla


Gran municipio de la comarca Sierra de Cazorla que ocupa la parte centro norte a modo de franja horizontal.

La superficie del término municipal se  reparte entre terrenos de montaña de muy alta calidad medioambiental y  natural, con repoblación de pinares y  una flora y fauna variada y abundante, que suponen las dos terceras partes del total, al este, y un tercio, al oeste, que ocupa los terrenos de cultivo como el olivar y los herbáceos.
En este municipio, cabecera de comarca y conocido por los encantos de la sierra, se ha desarrollado el turismo de interior ligado a la naturaleza y al parque natural de  Cazorla, Segura y Las Villas, convirtiendo esta actividad en  la de mayor importancia económica. La ganadería ovina    y la actividad forestal complementan a las actividades agrarias principales, ligadas al olivar y cultivos herbáceos.



Castillo de la Yedra
Se ubica en las estribaciones inferiores del cerro de Salvatierra, sobre el río de Cazorla, y encima de un saliente rocoso cuyos aledaños, sobre la ribera del río, constituirían la primitiva área urbana de la Cazorla medieval. Su planta irregular responde, no solo, a la topografía del lugar sino también a sus continuadas transformaciones. De oeste a este presenta las siguientes estructuras:
• La gran torre del homenaje con su patio de armas.
• Un recinto intermedio con estructuras de servicio, aljibe, almacén etc.
• Un recinto reducido que forma el complejo acceso a la fortaleza.
• La albacara o recinto amurallado exterior, defendido por torres de planta rectangular y dotado posiblemente con una puerta hacia el sur y un postigo hacia el noreste.

 La disposición de estas estructuras se hace siguiendo el desnivel del terreno, por lo que la altura existente entre la zona más occidental y la oriental, es considerable. Las profundas transformaciones sufridas a lo largo de este siglo, sobre todo desde los años setenta y ochenta, ha provocado que parte de construcción la original esté enmascarada por las obras recientes. Sus orígenes son inciertos, posiblemente musulmanes, aunque de ellos apenas si podemos reconocer algunos muros de tapial y algunos elementos aislados. Es muy probable que se tratara de un "hims" o fortificación poco compleja, para refugio de los musulmanes esparcidos por la zona y que en época cristiana, al trasladar la capitalidad del Adelantamiento de Cazorla, se retomara su total reestructuración. La torre del homenaje es su elemento más representativo. Es de planta cuadrada con tres alturas y terraza. Bajo la planta primera, un posible aljibe que recogiera el agua de lluvia, abierto sobre la roca del cerro.
La construcción está realizada en piedra caliza y con una buena cantería, utilizándose la toba tan solo en lugares muy determinados. El modelo constructivo se basa en una cimentación sobre la roca, apoyándose la construcción sobre muros de  gran grosor, que van disminuyendo conforme la edificación se eleva, así la ultima planta tiene muros de casi un metro cincuenta menos de grosor que en su base. Esto permite abrir ventanales, en este caso dobles (geminadas). Las cubiertas de estas estancias son diferentes en función del nivel o altura. La de la planta primera es una bóveda de medio cañón apuntada de excelente factura, que pasa a ser adintelada o plana en la segunda y de una magnifica bóveda de crucería para la última. Esta última planta es la más notable arquitectónicamente, con tres amplios ventanales geminados y unas columnillas decoradas toscamente, abiertos al norte, este y oeste. La bóveda es muy alta, de crucería y con cuatro nervios muy pronunciados.

La entrada a la fortaleza es pendiente y zigzagueante hasta alcanzar el recinto intermedio. 
Por lo general en la fábrica  o construcción de la fortaleza hay elementos constructivos de influencia musulmana, al igual que en la resolución arquitectónica de algunos de los espacios, lo que lleva a pensar en la utilización de obreros y alarifes de origen musulmán. 
La utilización del ladrillo y el mortero, así como la solución dada a la puerta de acceso o del aljibe de la torre, fortalecen aún más la sospecha de esta presencia.

La albacara o recinto exterior presenta         
 una mayor libertad constructiva, utilizando todo tipo de materiales y con un trazado ajustado a la topografía del lugar. Las torres adosadas son irregulares en su planta e incluso se levantan sobre que los muros, para cimentarse en parte sobre ellos. Del resto de muralla que pudiera formar parte de un segundo recinto amurallado apenas si quedan restos, aunque hacia el camino san Isicio, al oeste, o en las laderas que caen hacia el camino de la ermita del Santo Ángel, permiten intuir una segunda línea que las uniera por la calle de la Luz. 
Su tipología arquitectónica así como algunos de los materiales hallados sugieren que sus orígenes bien pudieran ser musulmanes, posiblemente de época almohade (siglo XII), aunque a lo largo de los siglos XIII, XIV y XV los cristianos terminaron de darle su configuración definitiva, lo que explica que en una buena parte de sus estancias interiores predomine el estilo gótico.


 Iglesia de Santa Maria
La falta de documentación existente sobre la construcción de la Iglesia de Santa Maria de Cazorla, debido a la desaparicion de sus libros de fábrica y a la ausencia de otras fuentes escritas, ha hecho que desde un primer momento, este hermoso templo haya sido adjudicado a la traza y mano de Andrés de Vandelvira.

La Iglesia se diseña en la parte sur, sobre la bóveda que cubre al río y presidiendo la nueva plaza. Los muros del este están cortados sobre la roca del propio cerro, sobre los que se levantaran los paramentos superiores. Presenta planta rectangular de una sola nave, crucero insinuado y presbiterio poco profundo y plano cubierto con bóveda de medio cañón con casetones. A los pies, dos torres de la que solo quedan restos bien conservados de una. Esta torre contiene en su interior un amplio espacio rectangular con un pequeño altar empotrado en el muro y pila para el agua bendita. Está coronada con una bóveda semiesférica de bella factura pero de mal material al emplearse “toba”

Las decoraciones forman guirnaldas y se conservan cuatro pequeñas esculturas fantásticas en las esquinas de los arranques de las pechinas que sostienen la bóveda.


En el intra
dos del arco de acceso a esta capilla esta esculpido un bajo relieve representando el bautismo de Cristo.

 A esta capilla se le conoce como de los Camarasa o el batipterio. 

Al lado de esta torre y adosada a ella se ubica la escalera de caracol de acceso a la parte superior de la torre, de diseño helicoidal y con un descuadrado acceso solucionado de manera bastante ingeniosa.
Actualmente en el interior del templo solo se conservan los arranques de los enormes pilares y algunos paramentos desnudos.Mejor conservados quedan los espacios del altar con la sacristía bastante remodelada y una escalera de caracol de soporte central que sube hasta las bóvedas; enfrente, la denominada capilla de San Cristobalón ¿? de dimensiones pequeñas y con uno de sus paramentos cortado a pico sobre la roca caliza del cerro.  Esta pequeña estancia presenta los únicos ejemplos de pintura al fresco del templo entre los que destacamos una representación del “Sueño de Jacob”. El mal estado de las pinturas dificultan su interpretación, aunque resaltamos otras escenas y representaciones figurativas de las que sobresale una imagen de varón vestido a la usanza del S. XVI, sosteniendo unos panes y con una banda inscrita donde se puede leer “..señor de los panes..”.                      


Iglesia del Carmen 
En sus orígenes formó parte del Colegio de la Compañía de Jesús que, tras su expulsión en 1768, pasó a los Carmelitas. 
Su traza, firmada por Blas Antonio Delgado, a la sazón Maestro Mayor de la Catedral de Jaén, se llevó a cabo en las primeras décadas del siglo XVIII.
De propo
rciones bastante elevadas (debido quizá a la supresión del último tramo de los pies), es de planta de salón con capillas-hornacinas laterales comunicadas entre sí. 
No existe nave de crucero, sino dos capillas abiertas al        espacio central abovedado. 
El sotocoro está separado del resto de la nave para intercomunicar dependencias anejas al templo. Hubo de poseer una puerta (hoy desaparecida) en el testero de los pies, y que sería interior puesto que su puerta exterior es lateral, es decir, abierta a la calle que corre paralela al eje mayor de la iglesia (calle del Carmen).       
 Frente a ella, en el lado opuesto, otra puerta comunica con el patio interior. 
Esta dotada de accesos interiores a las dos plantas.

Su exterior es de sillares de toba unidos por gruesa mezcla, contrastando el tono claro de la cal con el oscuro de la piedra, lo que subraya aún más el tosco corte de los sillares. 
Destacan la portadas del templo y la del Colegio:

• la primera posee dos columnas de orden compuesto con entablamento liso y frontón curvo partido y grapas en piedra del tercio inferior de las columnas. 

En el tímpano rica cartela con el escudo real.
• la del Colegio, aún más sencilla, presenta un vano adintelado con molduración en su enmarque, entre la que destaca la exterior formada por un bocelón en acodos en la parte superior.

Las circunstancias de su fundación y la expulsión de los Jesuítas hubieron de influir en su parquedad ornamental. 
En su interior presenta una galería superior abierta a la nave central mediante grandes vanos con rústicas balaustradas de madera.
 Durante mucho tiempo estuvo recubierta de estuco blanco (aunque se desconoce cuándo se hizo), bajo el que ha aparecido un muro de aparejo de tradición mudéjar.
Mención aparte merece la torre. 
Se levanta en el ángulo superior izquierdo (lugar no muy frecuente en los templos cristianos). 
Parece obra del siglo XVI. 
Es de esbeltas proporciones y en su cuerpo de campanas lleva columnas en las esquinas y dos óculos franqueando los vanos de medio punto. 
Remate octogonal y típicas bolas de cerámica vidriada en el friso (tradición propia de la Loma de Úbeda). 
Es posible que se trate del templo primitivo y que el nuevo se comenzara a construir desde los pies del antiguo.


Iglesia de San Francisco

Levantada en el siglo XVII sobre un solar ocupado anteriormente por otro templo, también de la Orden Franciscana, tuvo adosada a ella un convento para la vida de la comunidad, cuyo apogeo se documenta en el siglo XVIII, fecha en la que alcanzó los veintiocho miembros.

  El templo es de planta rectangular, de tres naves divididas lateralmente en tres tramos, con bóveda de medio cañón sostenida por arcos fajones sobre pilares, y ábside plano. En su cabecera, sobre el crucero, se eleva una cúpula sobre pechinas con pinturas alegóricas de los Cuatro Evangelistas. El coro se alza sobre sus pies.

En su fachada, construida en toba entre hileras horizontales de ladrillos, una fina portada de traza renacentista coronada por un frontón con el escudo franciscano, da acceso al templo. Junto a ella, adosada a su lado oeste, se levanta la torre del campanario.

Posee un rico retablo, de mediados de nuestro siglo, recubierto de finas láminas de oro, que presenta en su parte central el lienzo del Cristo del Consuelo, Patrón de la ciudad, y a cada uno de sus dos lados otros tantos cuadros de Alfonso Grosso con escenas de la Pasión. El cuerpo superior queda coronado por tres pinturas de Juan Miguel Sánchez alusivas al fundador de la Orden.

Otros elementos interiores dignos de destacar son su púlpito en nogal y las capillas, tanto del crucero como laterales, así como los retablos e imágenes que en ellas se muestran.





          Iglesia de San Jose

Templo con planta de salón de una sola nave con bóveda de cañón, capillas laterales y presbiterio rectangular. En su cabecera, dos capillas de mayor profundidad hacen las veces de crucero resuelto en cúpula sobre pechinas. A sus pies, sobre el atrio se levanta el coro y a la altura de éste dos torres exteriores. De gran sencillez decorativa interior, destacan sus capiteles de orden jónico sobre los pilares, cuyas ornamentadas volutas anuncian ya el barroco.

Su retablo y aspecto interior son obra de este siglo. La fachada, de traza muy sencilla, se adorna tan sólo con un delicado relieve renacentista de dos cuerpos rematado en frontón bajo un gran vano circular cerrado con vidriera, que antaño fueron dos.

Las capillas laterales contienen, desde los años sesenta de este siglo, lienzos que copian diversas pinturas del Greco. Conserva interesantes tallas de Castillo Lastrucci y de Navas Parejo correspondientes a diversos Pasos de Semana Santa.
Una de las capillas laterales de su cabecera, la del Sagrario, alberga la imagen de la Virgen del Rosario bajo bella cúpula barroca.

 Ayuntamiento y Teatro de la Merced

El conjunto albergó la antigua Casa de la Merced: convento e Iglesia de esta Orden.

El templo, actualmente teatro, fue originariamente una iglesia de planta de salón, con nave central cubierta por bóvedas baídas que se resuelven en pechinas sobre arcos de medio punto, presentando, además, en lo que fuera el atrio, otra de crucería sobre arcos casi escarzanos que sustentaría el coro.
 Su fachada principal ofrece una portada neoclásica trasladada desde el muro orientado al sureste. 

Muestra una bella ventana renacentista con bóveda interior avenerada, que evoca algún rasgo decorativo (concretamente una hornacina) de las ruinas vandelvirianas de la Iglesia de Santa María. La fachada del sureste, (calle de Mariano Extremera) ha sido restaurada con acierto y exhibe un mudéjar toledano de tapial, encuadrado por ladrillo y toba, sobre zócalo de sillares. En ella se percibe el influjo artístico de la capital religiosa de España, de cuya Mitra el                            Adelantamiento de Cazorla fue señorío entre los siglos XIII y XIX.

El área conventual, hoy Ayuntamiento, conserva su planta cuadrada inicial con patio central al que asoman sus dos arcadas claustrales de ladrillo macizo que descargan en gráciles columnas jónicas con capiteles en hojas de acanto sobre zapatas, de claro gusto renacentista. Su fachada principal se reconstruyó a comienzos de los setenta en la línea de un acertado – y muy posiblemente originario - mudéjar toledano.
La torre, que con cuatro cuerpos y unos 30 ms. de altura alberga el reloj, es superviviente de las dos que lució el primitivo convento y quedó probablemente inconclusa y en anaglifo  
La Fuente de las Cadenas

 Fue construida hacia 1605 en homenaje Felipe II fallecido unos años antes (1598). De severo tono herreriano, los sillares de su pila se adornan con un relieve en forma de cadena (de ahí su nombre). El paramento en el que se incrustan sus tres caños se remata en cornisa clásica sobre la que se alza un cuerpo central superior con un escudo e inscripción alusiva a Felipe II (“DEO OPTM MAX F – REGE PHILIPO HISPANIARUM CATHOLYCO – CAROLI IMP AUGVSTI FILIO”). Bajo ella figura una cartela barroca (1606) y a los lados dos escudos de la ciudad.

Junto a la Iglesia de Santa María, la fuente es uno de los monumentos emblemáticos de la ciudad: refleja el crecimiento económico y social de la villa en el siglo XVI y es testigo de las tensiones entre la Mitra toledana, titular del Señorío desde su formación, y los Marqueses de Camarasa (herederos del Secretario de Carlos I, don Francisco de los Cobos) que lo poseyeron entre 1537 y 1606.


Monasterio de San Juan de la Penitencia

Uno de los edificios que mas desapercibido pasan para el visitante de nuestra ciudad, excepto para los propios clientes del edificio, es el convento de San Juan de la Penitencia, mas bien de la religiosas de santa Clara y que actualmente cobija el Albergue juvenil de Cazorla.

Este antiguo convento parece tener su fundación hacia finales del S. XVI en parecidas fechas a la realización de la construcción de la Iglesia de Sta. Maria de Cazorla. La portada es renacentista de líneas  muy austeras con arco de medio punto entre pilastras y quizás mutilada la parte  alta de esta portada, hoy rematada con una ventana. Al rebajarse la calle del Carmen el acceso ha quedado realzado, solventado con unos escalones. En la esquina oeste del edificio se conserva una placa que reza: "Siendo abadesa la ilustre y reverenda doña Catalina de Jorquera" Lo que parece ser la fundación.

Es un gran edificio de planta rectangular con patio trasero y tremendamente reformado para convertirse en cárcel y posteriormente en residencia de estudiantes y albergue juvenil en la actualidad. Todas estas transformaciones han enmascarado y destruido su primitiva forma, no obstante conserva casi integra su fachada principal.


 Palacio de las Cadenas

Construido hacia el norte de la ciudad, en lugar que otrora fuese las afueras de la población, al principio de la Alameda conocida como del Cristo, y actualmente Parque del Santo Cristo (llamado así por existir en las cercanías una antigua ermita, hoy desaparecida, llamada del Cristo de la Vera Cruz). Sus orígenes son inciertos, pero es posible que el Concejo de la villa levantase un primer edificio en el siglo XVI sobre aquella primitiva Alameda, también propiedad del municipio, para los Marqueses de Camarasa. Eso parece atestiguar una placa de piedra incrustada en el muro exterior del jardín, que dice:
"..Cacorla mandha hazer esta carrera y alameda siendo adelantados perpetuos los yllustrisimos ss don Diego de los Cobos y Doña Francisca de Luna marqueses de Camarasa y svs ss gobernando el S. licenciado Espinosa año 1563 "

En conjunto sus líneas son sobrias y de buena traza arquitectónica, de un clasicismo tardío, quizás de la primera mitad del siglo XIX. La mansión perteneció a ilustres familias de Cazorla: los Angulo, en el siglo XVII y XVIII. También, en esta última centuria y en la siguiente a los Godoy, los Torres Godoy y los Vela de Almazán. A finales del siglo XIX fue propiedad de los Calderón y los Gómez-Sigura. Actualmente pertenece        a la familia Tamayo, a la que pasó en los primeros años del siglo XX.


 Palacio de la Vicaria

Esta gran casona de planta rectangular y patio trasero, nos ha llegado hasta nuestros días no sin antes haber sufrido el abandono y el deterioro de algunas  de sus partes. La fachada de tapial enmarcado por bandas de ladrillo macizo estaba bastante deteriorada, en estos días esta siendo restaurada a la "manera"  tradicional y ha recuperado su perdido esplendor, al igual que la portada que después de perder parte de la cubierta que lo protegía ha sido restaurado con acertado criterio.

El interior de esta construcción presenta los elementos de la arquitectura del S. XVII. nos referimos a la arcada de dos alturas que presenta la fachada trasera de la casa hacia el patio. Su material es ladrillo a la usanza del claustro del Convento de la Merced. Arcos de medio punto y capiteles sin decoración presentando basa las columnas. Destacan los dinteles sobre arcos con unos canecillos decorativos realizados en ladrillo. 

El numero de arcadas conservadas son seis, aunque hay una parte del paramento del patio que fue invadido por una construcción lateral que impide observar si continuaba hacia el sur. En el interior algunos artesonados de discreta factura en la planta baja y el resto de la edificación muy alterada. Parece que desde principios del S. XX fue casa de vecinos bastante transformada. Destaca en el patio posterior la presencia de una fuente en piedra del mismo modelo que las existentes en el claustro de la Merced o en el del patio de la iglesia del Carmen, con pila central y cuatro vertedores  con representaciones de caras humanas.
El ultimo propietario conocido desde la desamortización de estas propiedades eclesiásticas fue los mismos propietarios de la Casa de la Cadenas a las que parece que se la compraron los propietarios actúales. Su estilística esta dentro del renacimiento al modo del mudéjar toledano, a pesar que sea una obra tardía del siglo XVII.


 Monasterio de Montesion

El monasterio no debió de construirse en su totalidad, tuvo diferentes fases, quizás sus orígenes sean de finales del siglo XVI, aunque su fundación es de 1625 en pleno apogeo del movimiento monacal en España, después de la contrarreforma.

Se ubica a unos tres kilómetros de Cazorla, por el camino de San Isicio, bordeando y ascendiendo la vertiente norte del cerro de Salvatierra. 
Se accede a esta construcción de manera casi inesperada, al estar resguardada detrás de unos cortados de piedra que lo aíslan de los aires del norte, presentando la magnifica construcción sus paramentos hacia el sur y el oeste.

Su nombre religioso es el de Desierto de Montesiòn, tal y como denomina la orden de ermitaños de San Antonio y San Pablo, a estos lugares. Fue fundado, según reza su placa de fundación, por San Julián Ferrer, después de aparecérsele la Virgen María en una cueva al lado de la capilla. Su construcción es bastante desigual en calidad y terminación, destacando sobre todo la parte sur, donde se encuentra la capilla. El resto ha sufrido considerables remodelaciones, sobretodo a partir de la desamortizaciòn de Mendizabal, y últimamente, a partir de los años setenta, con la vuelta de los hermanos ermitaños que acondicionaron algunas de sus partes.

La zona más interesante arquitectónicamente es la de la capilla del monasterio. Es pequeña, de una sola nave y de planta   de cruz latina. La nave principal esta cubierta con bóveda de medio cañón,    las dos laterales de cruceria y en el centro, una magnifica cúpula sostenida sobre trompas. Todo el conjunto con unas proporciones muy equilibradas. A la entrada presenta un coro, añadido de época posterior.
En su día, esta capilla contó con un retablo barroco, que desapareció durante la guerra civil, sin embargo se conservan, sus nada despreciables pinturas al fresco de sus bóvedas, especialmente las de la cúpula, con retratos de otros tantos santos ermitaños y sus correspondientes alegorías. En las pinturas de las naves del crucero, se observa escenas y objetos que tienen que ver con la pasión de Cristo, adornadas con otras representaciones animalisticas y figurativas de variada índole.

Las pinturas de la nave principal son de otra “mano”, es decir, debieron ser bastante posteriores en el tiempo, ya que tanto los pigmentos como el trazo, dista mucho de la calidad de las anteriores. En la fachada sur de la capilla, hoy día bastante fuera de la vista, hay una portada con un espléndido arco de medio punto, con una cantería muy sobria, que posteriormente fue cegada, para   construir la cripta.

El resto del edificio, aunque arquitectónicamente no es tan importante, si lo es para comprender la forma de vida de estos ermitaños, sus carencias y austeridad, todo ello con una disposición de estancias desarrolladas a partir de la capilla y adaptándose a la topografía del lugar. La belleza de estos espacios radica en su simplicidad, recogimiento y carentes de cualquier comodidad, que hacen de esta construcción, un lugar donde todavía podemos imaginarnos las formas de vida de hace unos siglos. En la actualidad, este edificio esta habitado por un hermano de la orden (hermano Antonio) que perpetua la rutina diaria de la oración y el recogimiento.

Museos y Centros
de Interpretacion

Museo de Artes y Costumbres Populares
del Alto Gualdaquivir 

El Castillo de la Yedra, sede del museo, es un edificio especialmente destacable, conocido ya con este nombre desde el siglo XVII y que ha actuado durante siglos como fortaleza. Hoy día, es uno de los monumentos más significativos de Cazorla.


Consta de dos partes muy diferenciadas: la sección de historia y la sección de Artes y Costumbres.



Seccion de Historia

Consta de tres estancias en las que están instaladas las salas que a continuación comentaremos. Su construcción fue concebida exclusivamente para un uso militar y no como palacio de un señor feudal o pequeña corte de monarca medieval. Por ello es de arquitectura sobria compensada por la belleza que aporta la topografía de su emplazamiento y el paisaje que la circunda.

  En la primera sala se ha instalado una capilla con un Cristo románico-bizantino de tamaño natural montado en cruz de madera de ciprés, doce pinturas anónimas (Siglo XVII) que representan a los Apóstoles y una talla barroca del obispo San Ambrosio.

La segunda planta o sala de armas está decorada con panoplias en forma de escudo con diversas armas: espadas, ballestas, hachas., dos armaduras y arcones tallados, así como mobiliario de los siglos XVI y XVII

La tercera planta o sala noble, es la que arquitectónicamente más destaca por su terminación en una bóveda de crucería gótica y sus ventanales de arcos apuntados              con parteluz, también gótico.

Está decorada con tres tapices flamencos del siglo XVII, firmados por Ian Raes y cuatro bargueños formando conjunto con sus correspondientes mesas del siglo XVIII.


Seccion de Artes y Coctumbres

Instalada en un edificio anexo a la torre del homenaje, fue la residencia de verano de la familia Marín García, quien efectuó varias actuaciones no acordes con la construcción original por lo que hubo que restaurar y reconstruir este edificio antes de destinarlo a Museo.

  Consta también de tres salas. La planta de entrada al Museo exhibe tres paneles con útiles de labranza, así como dos maquetas que representan la recolección de aceituna y del cereal, respectivamente. Desde esta primera sala se accede al patio del castillo donde se exponen aperos y utensilios agrícolas como trillos, arados, ubios.

En la segunda sala se muestran tres maquetas de molinos de aceite de distintas épocas, restos de cerámica árabe encontrada en el castillo y una colección de cerámica popular de diversas procedencias.

Por último, la tercera sala ha sido adaptada para montar una típica y amplia cocina cazorleña con todo su ajuar y utensilios propios de esta estancia. Se completa con maquetas de dos cortijos, uno de campiña y otro típico de la sierra y dos paneles con una vajilla de cerámica granadina (Fajalauza).

La gestión del Museo fue transferida a la Comunidad Autónoma de Andalucía, aunque sigue el mantenimiento la titularidad estatal.

Centro Temático de Especies Amenazas 

Se ubica en el casco histórico de Cazorla, es un antiguo edificio utilizado como carnicerías y que ha sido cedido a la Fundación Gyapetus por el Ayuntamiento de Cazorla , en su calidad de Fundador y Patrono.

Se ha convertido en un Centro Temático de especies Amenazadas y sede de la Fundación Quebrantahuesos.

Como Centro Temático es una apuesta por la divulgación de los valores naturales y su problemática, un sitio de encuentro para visitantes, socios, voluntarios y personas interesadas.
Como Sede, un lugar para impartir conferencias, cursos y exposiciones; a la vez que una biblioteca de temáticas ambientales con acceso a Internet
CENTRO TEMÁTICO de especies Amenazadas (CETEAM).

Se encuentra en la planta alta. Allí tienen lugar, exposiciones sobre las especies más amenazadas, sus valores naturales y su problemática. Es un lugar ideal para ser visitado por el público más general, al turista y el visitante eventual.
Colgado sobre el río Cerezuelo, en pleno casco histórico de Cazorla, ofrece con sus telescopios una vista directa a los nidos de buitre leonado de una cercana colonia.
El mejor punto de partida para iniciarse en el conocimiento de los Espacios Naturales Andaluces y su riqueza en especies.

Situado en la planta media, está diseñada para llegar a cabo charlas y cursos, así como encuentros para diseñas proyectos de conservación de la naturaleza.

Consta de una Sala de audiovisuales, donde se proyectan videos sobre los espacios y las especies más emblemáticas.
Esta sala es un lugar abierto a exposiciones de fotografía, pintura, artesanía… siendo su empeño llevar a cabo actividades que aporten algo positivo a la conservación del medio ambiente. No dudes en contactar con ellos.
La Sede de la Fundación se encuentra en la planta baja del edificio. Es un lugar de trabajo para técnicos, becarios y voluntarios de la Fundación Gypaetus. Al mismo tiempo, alberga una biblioteca temática donde se pueden consultar artículos científicos, publicaciones divulgativas y libros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario